VELAS

¿Tienes un deseo? Prueba a ponerle una vela.
A continuación te explicamos cómo hacerlo:
Cuando compras una vela para un propósito específico, una de las partes más importantes de la magia es “cargar” esa vela, es decir, ritualizarla para potenciar su objetivo. Cuando una vela se carga, está llena de energía y lista para ser encendida. La energía está ahí, proviene de nuestro interior y del Universo. Es de libre acceso y cualquier persona, de cualquier fe puede acceder a ella.

PASO 1) Sostén la vela en las manos y piensa en los efectos para los que deseas que sirva dicha vela. Si la estás destinando a la curación, por ejemplo, imagina a la persona cada vez mejor y más saludable. Para la prosperidad, piensa en la vida que quieres vivir, en la abundancia y la riqueza, y así sucesivamente, lo importante es ser positivo/a y mirar hacia la meta que se quiere conseguir.PASO 2) Escribe palabras, nombres, peticiones o símbolos en la vela. Por ejemplo, si la vela se utiliza para el dinero un simple símbolo del euro es fácil de tallar con la punta de un bolígrafo y expresa en términos concretos el propósito deseado.

PASO 3) Para potenciar aún más la fuerza de la vela, utiliza velas de aceites esenciales ,lo que contribuye a impregnarla con las propiedades del mismo. Además, se añaden así matices al sentido mágico de la vela, según las propiedades de cada planta (por ejemplo, jazmín para el dinero, o la bergamota y la rosa para el amor...).

Por último, es importante elegir velas de buena calidad, y escoger el color adecuado para cada propósito:

Cargar una vela significa poner tu voluntad en la petición, canalizando la energía para obtener un resultado concreto. La magia está dentro de ti. La vela es un mero instrumento. Los resultados dependerán de tu fe, tu voluntad y la fuerza de tu pensamiento.
Y, por supuesto, no olvides que tú eres quien crea la magia, no la vela. 

ENCENDIDO Y APAGADO DE LAS VELAS

Lo ideal es que la vela se encienda o con una cerilla de madera, que es un elemento natural, o con otra vela encendida con anterioridad. La vela debe encenderse siempre con la mano dominante en la persona, ya sea zurda o diestra, mientras que lo recomendable para encender una vela con otra es usar ambas manos.

El apagado o extinción de la vela, es también un aspecto muy importante a tener en cuenta. Por norma general, la vela se deja consumir hasta el final, hasta que ella misma se apaga. Sin, embargo, cuando se desea alterar este proceso y el apagado es voluntario, el mejor sistema es apagar la llama utilizando un apagavelas. De esta forma, toda la energía que hemos proyectado a la vela, no se perderá en un soplido de aire.
Prender velas para obtener favores o dar gracias por las Bendiciones Recibidas, ha sido parte de una u otra manera. En los archivos antiguos se encuentran datos de que los campesinos griegos usaban velas amarillas para garantizar salud y longevidad y, los romanos encendían velas naranjas en su casa para obtener beneficios de la nobleza del lugar. En todas partes del mundo existen tradiciones que persisten a través del tiempo sin saber de dónde provienen.